Yanko ha utilizado una viñeta con un conejito para mostrar el funcionamiento de este asiento de WC. El conejito se sienta en el lavabo y — tras esforzarse mucho, expulsa varios «coágulos» en forma de corazón — para finalmente sentirse aliviado. Después de todo, el WC le dice al conejo cuanto peso ha perdido tras “el acto”. Tras su gran esfuerzo, el conejo se ve recompensado.
Estoy seguro que todos vemos un problema aquí: no es lo mismo defecar que perder peso. Pero es divertido saber la cantidad de gente que piensa así. Recuerdo un compañero de piso que siempre me decía ¡pésate antes y después de ir al baño y verás como has adelgazado!